Volver.

Reloaded,
así no mas.

Volví y nuevecita, de paquete, con mas historias que nunca,
con el verano mas esquizofrénico de la vida,
con nuevos amigos y amigas, de los buenos,
con pocas horas de sueño y muchas trabajadas,
con un ángel de la guarda que me encontró en su camino y me adoptó,
con un hijo lleno de arena en los zapatos y alfajores en la guata,
con un nido nuevo, luminoso y silencioso,
con una historia triste, otra mas triste y otra maravillosa (y desconocida).

Puedo volver a escribir solo hoy. Solo después de todo.


Hice performances interpretativas de antología,
comí los shawarmas mas ricos,
eché de menos a Martín como a nadie,
fuí al cine a ver películas que me gustaron,
fuí al cine a ver películas que no me gustaron,
fuí al cine a ver películas que no supe como se llamaban ni de que se trataban,
recibí los mensajes de texto mas sweeties ever,
recibí las llamadas mas preocupadas,
lloré, lloré y volví a llorar, y que bien me hizo,
perdoné, perdoné y volví a perdonar y que bien nos hizo.

Y aquí estoy, con un lindo vestido nuevo,
con las manos medio frías por que ya las noches se han puesto frescas,
feliz de volver a escribir en este blog al que por algún extraño motivo le tengo mucho cariño,
feliz por que PUEDO volver a escribir y tengo la calma que había perdido por un rato.

Pero ya sé que SIEMPRE se puede recuperar.

Así estoy queridos, completamente: RELOADED.