Otros momentos

Últimamente me ha dado por acordarme de momentos del pasado.
Todo tipo de momentos.
Será por la lejanía a los veintitantos que se hace mas presente el deseo de volver a unos lugares, volver a ver a unas personas y sentir y oler y estar en esas partes-fragmentos de la vida.
No creo para nada en eso de que todo tiempo pasado fue mejor, todo lo contrario, la vida debe ser en curva ascendente en todo sentido, mientras mas grande, mas japi.
Es que de otra forma nada de esto tendría sentido.

Aún así quiero volver a estar en Lota tomando fotos en un cerro y terminar la tarde en la casa de una familia amable que me invita a tomar once. O recorrer esas casas en hileras tan pobres de los mineros del carbón con niñitas vestidas de día domingo. O caminar en la noche por la playa con los amigos, esa fria playa y descubrir que debajo de esa arena hay unos bichitos que al pisar uno se ilumina todo de color fluorescente. Ir a los videos. Jugar Tekken. Reirse tanto.

Volver a Costa Rica a ver a la Edi. A Luis Carlos, a Bel, a la Cali. Al Patito chico. escuchar a mis hermanos peleándose por el control remoto en la salita, mientras yo en la pieza grande veo MTV. Comer hamburguesas gemelas en BK de San Pedro.

Volver a la casa de mis abuelos en Recreo, ver al tata regar las rosas, ver a la abuela bordar mis chalecos, sentirme tan pequeña bajo esa higuera tan grande. abrazar a la Pirincha. A la Choca. A la Morucha.

Cuántos millones de momentos tiene la vida de cada uno.
Demasiados.
Infinitas formas de recordarlos además.
Imagino si uno pudiera verlos y recordarlos a la perfección, sería la claridad absoluta.
Por hoy me basta con estos pedacitos, que son muchos.
Y a lo mejor mas allá uno se los vuelve a topar.